jueves, 15 de mayo de 2014

MUJERES QUE ATERRIZAN EN EL HIELO



Aunque una proviene de Santiago y la otra de Punta Arenas, sus biografías tienden a converger. Ambas como pilotos del Grupo 6 de la Fuerza Aérea, de la base Chabunco, ubicada en Punta Arenas. Allí las tenientes Mylen Pauvif (28) y Romina Rebolledo (26) son las primeras -y únicas- mujeres, en medio de un escuadrón integrado también por una decena de hombres, que cuentan con la “habilitación antártica”. Es decir, capacitadas para operar y aterrizar en el continente helado en los aviones DHC Twin Otter.

“Lo más complicado son las condiciones meteorológicas, con precipitaciones y nubosidades que a veces esconden el horizonte, y vientos de más de 100 km/h, pero es un trabajo cautivante”, cuenta la oficial Pauvif, quien tiene capacitaciones en Canadá (ha volado el Círculo Polar Artico) y que se encuentra destinada en esa unidad del sur desde 2010. Antes estudió Medicina en Valparaíso.

La teniente Rebolledo, en tanto, destaca que las misiones a la Antártica suelen durar tres y cuatro meses: “Estando allá se cumplen muchas tareas, a veces en condiciones difíciles y que, sin entrenamiento, pueden resultar estresantes. Por ejemplo, cuando en verano hay luz solar durante el día y la noche sin interrupción”.

Los Twin Otter recorren 669 millas náuticas (casi mil kilómetros) hasta la Base Presidente Eduardo Frei en poco más de cinco horas. Vuelan a 11 mil pies (3.300 m.) y aterrizan en pistas con o sin nieve, mediante sistemas de ruedas convencionales o esquís.

En la Fach destacan que también hay una tercera oficial que acaba de recibir la acreditación, pero que aún no cumple una misión. “En 1979 se efectuó el primer vuelo de un C130 Hércules desde Punta Arenas hasta la isla Adelaida, cruzando el Círculo Polar Antártico. Y en 1980, por primera vez, dos aviones Twin Otter aterrizaron en el aeródromo Teniente Rodolfo Marsh, de la Base Frei”, informa la institución.

“Aquí no hay machismo, se trabaja en equipo y los hombres están acostumbrados a que somos parte del paisaje”, dice Pauvif.

Según la oficial Rebolledo, “las misiones suelen ser largas y por supuesto que se echa de menos a la familia, pero es parte del trabajo y también nos vamos rotando”.

EXPLORAR EL HIELO CON EL PERMISO DEL VIENTO


“El espíritu de la exploración polar es la añoranza de una vida plena, afrontando un mundo salvaje y virgen que todos hemos soñado alguna vez”. Así explica Ramón Larramendi de dónde surge el impulso que le ha llevado a ejercer una profesión en desuso: explorador. Ayer salió en una expedición para circunnavegar Groenlandia a bordo de un trineo eólico.

Larramendi es uno de los españoles con mayor conocimiento sobre el Ártico, especialmente sobre Groenlandia, donde reside parte del año. Habla con fluidez el idioma de los inuits. Es el director de Tierras Polares, una agencia de viajes algo atípica: sus rutas se basan en las grandes exploraciones polares. En 1990 se embarcó en la conocida como Expedición Circumpolar, en la que recorrió 14.000 kilómetros en trineo de perros y kayak desde Groenlandia hasta Alaska durante tres años. Este hito está considerado el viaje de exploración geográfica español más importante del siglo XX. La travesía mereció un artículo en la revista ‘National Geographic’ en su versión inglesa. Pero, sobre todo, Larramendi es el inventor del catamarán polar. Con este vehículo completó una expedición a través del continente antártico en 2005 que le llevó a alcanzar el Polo Sur de la Inaccesibilidad, el punto de más difícil acceso de esta región.

Ahora se embarca en una travesía de 5.000 kilómetros que comenzará en la localidad de Kangerlussuaq, al sur, desde donde accederán al “hielo interior” groenlandés. Desde allí pondrán rumbo a la región de Thule, al norte. Regresarán por el este de la isla, la región más inexplorada. Está previsto hacer la circunnavegación de la isla en 45 días. Un tiempo récord para un recorrido sin precedentes: nadie antes ha intentado dar la vuelta a Groenlandia por su masa de hielo interior.

El trineo de viento realizará un recorrido sin precedentes: nadie antes ha intentado dar la vuelta a Groenlandia por su masa de hielo interior

Durante la travesía se recogerán muestras de hielo para analizar sus perfiles y niveles de contaminación. También se comprobará si existe algún rastro de radioactividad en antiguas bases militares abandonadas al término de la Guerra Fría. Ramón Larramendi irá acompañado por los ingenieros españoles Manuel Olivera y Eusebio Beamonte, la danesa Karin Moe Bojsen y el groenlandés Hugo Svensson. Desde España, participará en su coordinación logística el geólogo y piloto Juan Manuel Viu.

Laboratorio móvil
Asimismo, la expedición demostrará las posibilidades que ofrece este vehículo como laboratorio móvil para desarrollar un programa científico en los polos. “Tanto la Antártida como Groenlandia son dos elementos muy importantes y desconocidos en el sistema climático mundial. Son muy difíciles de muestrear científicamente, hay contadas bases por la periferia y muy pocos convoyes científicos se atreven económicamente a abordar su interior. Vimos que nuestro trineo de viento podía realizarlo y hace muchos años que mantenemos contacto con diferentes grupos para sacarle todo el provecho a este trineo”, ha apuntado Viu, ex director de la Base Antártica Española Juan Carlos I, en la presentación del proyecto en Madrid recogido por SINC.

La idea de un trineo eólico para navegar por los hielos no es nueva. Fridtjof Nansen, Robert Peary y Robert Falcon Scott ya lo intentaron a finales del siglo XIX y principios del XX. “Sin embargo”, dice Larramendi en su web, “no había sido nunca llevada a cabo con éxito. Todos los intentos se basaban en la adaptación del concepto de un barco de vela, con la presencia de un mástil sobre un trineo. Este concepto hacía difícilmente realizable la idea, pues las proporciones de trineo, mástil y vela necesaria para vencer la enorme fricción, lo hacían teóricamente posible, pero poco práctico en la realidad”. Fue durante una de las expediciones al Polo Norte Geográfico, en 1999, cuando el explorador español ideó la posibilidad de usar cometas de tracción para arrastrar el trineo.

200 MILLONES DE LIBRAS INVERTIRA INGLATERRA PARA UN NUEVO ROMPEHIELOS




Con toda una gama de laboratorios de última generación y sofisticados equipos de investigación científica, la nueva nave será operada por el British Antarctic Survey e incluirá submarinos robóticos y deslizadores bentónicos que permitirán recoger información sobre la condición de los océanos y la vida marina. Se espera que la nave ya esté en operaciones para la temporada polar del 2019. “Una de las últimas fronteras del mundo y donde se anticipa habrá muchos descubrimientos es precisamente en los océanos polares. Gran Bretaña debe continuar a mantener una presencia de avanzada en esas partes del mundo. Pero nuestras dos naves de exploración polar están llegado al fin de su vida útil y precisan ser reemplazados”, dijo el Chancellor del Exchequer. “Estoy encantado de poder anunciar que hemos de invertir en una nueva nave de investigación polar que permitirá a Gran Bretaña mantenerse al frente de esa tecnología y a nuestros científicos en el primer plano de los descubrimiento que seguramente se completarán tanto en los océanos de Antártica como del Ártico”. Por su parte el Ministro para Regiones Polares, Mark Simmonds sostuvo que esta nueva nave, la más avanzada de su clase e insignia de la investigación científica permitirá al  Reino Unido ampliar su capacidad y alcance en las aguas polares. “También queda más que claro nuestro compromiso a largo plazo de mantener nuestra presencia y excelencia científica en las islas South Georgia, South Sandwich y el Territorio Antártico Británico”, agregó Simmonds. El anuncio del rompehielos de investigación polar se enmarca en los planes adelantados el año pasado por el Ministro de Finanzas en cuanto a que Gran Bretaña invertirá mil millones de libras por año (1.600 millones de dólares) para reequipar la infraestructura científica y generar una excelente oportunidad para aumentar la presencia en elAtlántico Sur y en Antártica, de ahora en más y por varias décadas, de esta manera consolidando la posición de punta del Reino Unido en investigación científica en la Antártida y los mares del sur. “Esta cobertura ampliada abrirá nuevas oportunidades para la ciencia y demostrará con hechos, y reforzadamente, la presencia británica en Antártica y el Atlántico Sur”, concluyó el ministro de regiones polares.